La sociedad moderna se ha desarrollado vinculada a un sistema económico que se basa en el principio tomar-fabricar-tirar alimentado principalmente por combustibles fósiles. Un modelo lineal cuya concepción dominante parte del supuesto de que el crecimiento económico creciente produce una gran cantidad de residuos cuyos impactos ambientales adversos podrían ser tratados. Sin embargo, el sistema sólo puede seguir creciendo si hay suficientes recursos para su transformación, sumideros para el desperdicio, crédito para inversiones y crecimiento económico. Es decir, nuestro modelo de desarrollo lineal no es sostenible; los residuos, la sostenibilidad, el cambio climático, la contaminación, la escasez de recursos y la pérdida de biodiversidad son algunas de sus consecuencias.
En el contexto de los territorios aislados estos impactos son mucho más graves en comparación con territorios continentales, por lo que estamos ante un momento urgente para evolucionar hacia un modelo más sostenible con nuestro entorno.
Este Experto Universitario está dirigido a docentes, investigadores, profesionales y gestores públicos, emprendedores, doctorandos, … y trata de proporcionar soluciones que realmente nos ayuden a transitar hacia un modelo económico que optimice el ciclo de vida de las materias primas. En general, el objetivo de la economía circular es maximizar la utilidad y valor de los productos, servicios, componentes y materiales. Su objetivo es desacoplar el crecimiento económico del consumo de recursos finitos cerrando el bucle de los ciclos de vida del producto. El vector energético de la Economía circular se compone diferentes fuentes de energía renovable.
En este Experto Universitario, se aprenderá a mejorar la eficiencia de los recursos para promover la economía circular, especialmente en territorios aislados, incluidas diferentes temáticas que contribuyan a impulsar políticas públicas y privadas, junto a la I+D+i, que contribuyan a disminuir los residuos y disminuir el uso de la energía y optimizar el ciclo del agua.
Presentación
La economía moderna está basada en extraer materias primas, generar productos y finalmente producir grandes cantidades de residuos. Un sistema linear e insostenible. Por ello, aparece como una de las grandes herramientas de sostenibilidad el concepto de Economía Circular.
La economía circular es un término que ha ganado una gran popularidad entre las empresas y los gobiernos en los últimos años. Con su creciente utilización han proliferado distintas maneras de definir el término. Aunque se está desarrollando cierto consenso entre los diferentes actores que trabajan sobre el terreno, sigue existiendo una falta de claridad sobre lo que realmente significa “circular” en la práctica, más si cabe en territorios aislados como los insulares y/o ultraperiféricos.
Desde un punto de vista general, el enfoque más común para la economía circular está en la gestión de los materiales, así como de la energía, y en asegurar que los ciclos de los recursos estén cerrados, de una manera similar a lo que ocurre en los ecosistemas naturales, donde el agua y los nutrientes se están sometidos a ciclos continuamente. Así que podemos decir que en una economía circular, todos los materiales deben usarse de tal manera que puedan para ser reintroducidos en los sistemas productivos como insumos, tal como teóricamente pueden hacerlo en la naturaleza. En resumen: se abandonan los conceptos de explotación y residuos para incorporar los de recirculación y recursos.
La economía circular es una herramienta fundamental para ayudar a impulsar la transición hacia un mundo más sostenible, justo y equilibrado. Los que participamos en este Experto Universitario, entendemos que la economía circular es mucho más que reciclar materiales. La transición a una sociedad más circular requiere un marco holístico en el que debemos combinar tanto objetivos basados en las ciencias naturales como otros sustentados por las ciencias sociales.
Pero para que una economía sea realmente circular, tenemos que asegurarnos de que sea:
- Justa: diseñado teniendo en cuenta los principios de equidad, por lo que, por ejemplo, puede ser lo suficientemente asequible como para distribuirse en todo el sistema.
- Transparente: para que pueda rastrear y garantizar la trazabilidad de los materiales y comprender lo que hay en el producto.
- Resiliente: asegurándose de que haya mucha transmisión de conocimiento sobre cómo funciona un producto y cómo se supone que debe ser su mantenimiento o bien reutilizarse.
Por otro lado, intentaremos huir de las consideraciones más generalistas de la economía circular, rechazando un enfoque estandarizado para poner en valor una perspectiva consciente del territorio aislado así como de sus debilidades y desafíos: dificultades para la movilidad, fragmentación, deseconomía de escala, periferia de los centros económicos y políticos, recursos limitados, etc.
Ahora bien, no debemos olvidar que los territorios aislados también son una fuente de fortalezas y oportunidades, por ejemplo, sus activos naturales y culturales diferenciados, así como un alto nivel de especialización económica. Por ello los economistas están muy interesados en su papel como aceleradores de la economía circular en tanto en cuanto al ser laboratorios vivientes naturales y algo pequeño, a escala de isla o territorio aislado, podrian generar los conocimientos necesarios para desarrollar las innovaciones e intervenciones circulares más en territorios continentales.
Existe un número creciente de estudios que se centran en estimar el número de empleos en la economía circular. La evaluación de su impacto por parte de la Comisión Europea estima que la aplicación de los principios de la economía circular en todos los sectores e industrias tiene el potencial de crear 700.000 nuevos puestos de trabajo en la UE para 2030, muchos de los cuales generarán en las pymes[1].
La OCDE estima que, a nivel mundial, habrá 18 millones de nuevos puestos de trabajo en la economía circular para 2040[2] y la Organización Internacional del Trabajo estima que, a nivel mundial, la transición a una economía circular crearía 78 millones de puestos de trabajo para 2030[3].
En definitiva, la economía circular es un nuevo modelo económico para abordar las necesidades humanas y distribuir los recursos de manera justa sin socavar el funcionamiento de la biosfera ni sobrepasar los límites planetarios. Este concepto requiere de un enfoque específico para territorios aislados convirtiéndolos en “living labs” innovadores y circulares con un gran potencial para generar empleo de calidad.
Desde la Universidad, las administraciones públicas y el sector privado nos enfrentamos al reto de formar a los profesionales que lideraran esta transición; y este es el motivo por el que desde la ULPGC y el Cabido de Gran Canaria somos pioneros en concebir la primera titulación de Experto en Economía Circular para Territorios Aislados y en ponerla su disposición.
[1] Cambridge Econometrics, Trinomics and ICF 2018. Impacts of circular economy policies on the labour market. http://trinomics.eu/wp-content/uploads/2018/07/Impacts-of-circular-economy-on-policies-on-the-labour-market.pdf [2] OECD 2020. The jobs potential of a transition towards a resource efficient and circular economy.
https://www.oecd-ilibrary.org/docserver/28e768df-en.pdf?expires=1641570156&id=id&accname=guest&checksum=EDE85BC9584FA4A5696584AB02451AAE [3] International Labour Organization 2019. Skills for a Greener Future: A Global View.